Cuando escuchamos al Presidente de la Nación presentar los datos y sus explicaciones
sobre la pobreza en la
Argentina , que según el INDEC alcanzó cifras del 32,2% -es
decir, 1 de cada 3 argentinos son pobres-, quedamos azorados por los argumentos.
Primero, porque dijo
que este es el punto de partida, es el equilibrio real a partir del cual quiere
que se evalúe su gestión. Si de acá en adelante, baja el índice, habrá sido un
logro de su gobierno. Todos los índices anteriores no existen, son una mentira,
según su punto de vista. Y tampoco “existieron” los 9 meses de gobierno en
donde la pobreza aumentó porque “se hizo lo que se tenía que hacer”. Se sigue
planteando un argumento falaz que se pretende cale hondo en la comunidad
argentina: en todo este tiempo no pasó nada que no tenía que pasar, a lo que le
suman el “se robaron todo”, “los años de mayor corrupción en la Argentina ”, con lo que
quieren justificar lo que hicieron en estos meses y de lo que no se hacen
responsables. Y esto no es así. Las cifras de la pobreza con origen en las
entidades más cercanas a las políticas del gobierno actual, muestran que en
estos 9 meses de gobierno aumentó en, al menos y siendo muy optimistas, más de 5
puntos la pobreza, lo que se traduce en más de 2,5 millones de nuevos pobres en
lo que va del año, es decir, unos 10.000
nuevos pobres por día fue lo que generó este gobierno.
A su vez, el Presidente
dijo que disminuyeron “drásticamente la inflación”, aspecto reforzado por la Ministra de Desarrollo
Social de la Nación ,
quien explicó que es el impuesto más nefasto que se le puede cobrar a los
pobres. Lo dijo amparándose en la reducción de Agosto y en la que se veía venir
de Septiembre (las 2 dieron por debajo del 1% por el freno de la Justicia al aumento en la
tarifa del gas) pero lo cierto es que esas cifras ayudaron a reducir la
interanual de Julio/2015 a Junio/2016 (que había dado 45,3%), ya que la
inflación del último año (octubre/2015 a septiembre/2016) se ubicó en el 42,2%.
Entonces, ¿de qué disminución “drástica” estamos hablando? Si la inflación del
último año superó en 15 puntos la del 2015 -y todavía faltan los aumentos de
las tarifas que no se han podido realizar- y los alimentos siguen aumentando
mes a mes –porque es lo que tiene “mercado” en un marco de disminución del
consumo- cuando son los bienes a los que deben acceder los más pobres, lo que
tira por la borda esa idea de que a los pobres no les está afectando la
inflación porque la han podido frenar.
Amén de que no explicaron cuáles van a ser las
políticas que implementarán para reducir estos altos niveles de pobreza
(esbozaron explicaciones generalistas sobre trabajo real, mejor educación,
infraestructura barrial y hasta sobre el ARSAT y la disponibilidad de Internet
en localidades pequeñas, porque, como dijo la Ministra “el nivel de
pobreza no sólo tiene que ver con ingresos”), quieren hacernos creer que no
tienen nada que ver, que fue por inercia la aparición de nuevos pobres.
Sus políticas están
aumentando la pobreza porque destruyen empleo formal e informal y hacen que el
salario real pierda poder adquisitivo al quedar por debajo del aumento de la
inflación, a lo que se suma la apertura de importaciones, las altas tasas de
interés -que no permiten el acceso al crédito y favorecen la bicicleta
financiera de los capitales especulativos-, el incremento de la deuda externa
en dólares para financiar el déficit fiscal y la necesidad de las
multinacionales de “remitir utilidades” a sus dueños del exterior. El verdadero
flagelo sigue siendo el impactante aumento en el pago de los intereses para la
deuda externa que aparece en el Presupuesto de 2017: aumentó casi el 100% este
año y aumentaría el 32% el año próximo, llegando a la friolera de 16 mil
millones de dólares (es el doble de la partida asignada al Ministerio de
Educación (5,5%) y cinco veces el monto a disposición del Ministerio de Salud
(2%)). Y para todo esto la deuda externa en dólares habrá aumentado unos 100
mil millones de dólares en 2 años: menos políticas estatales para reducir la pobreza.
Señores, háganse cargo,
porque son contradictorios con el argumento de las políticas inclusivas que
quieren implementar.
Walter Rezzuti
sábado 01-10-2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario